Magia Sexual – El Manejo de la Energía y Alquimia Sexual
Uno de los poderes más grandes que tienen las personas es la energía sexual. No en vano, el sexo aglutina en sí el poder creativo, ya que es el proceso por el cual se crean nuevos seres humanos dándoles vida. Es el arte de usar el orgasmo en el acto sexual lo que se conoce como magia sexual.
La magia sexual está considerada en la actualidad como una de las magias más potentes que existen, aunque solo sea una opción más a tener en cuenta por parte del practicante. A partir de la alquimia sexual, las personas trabajan y se fusionan con la energía de la creación, por lo que se reúnen alrededor del ser humano una serie de fuerzas muy potentes. Es por eso que la magia sexual considera el sexo como algo sagrado.
Orígenes y definición de la magia sexual
Según algunos historiadores, se cree que la magia sexual tuvo sus primeros orígenes en Asia Central. En aquellos tiempos, se utilizaban ritos como el tantra, la acumulación de energía sexual y los orgasmos, hasta el punto de considerar el intercambio sexual como un hecho que va mucho más allá de su carácter reproductivo.
Ya a mediados del primer milenio, aproximadamente en el siglo V, se tiene constancia del uso de la alquimia sexual mediante el tantra. Una práctica en torno al aprovechamiento del poder y con la que se lograba incluso llegar a la iluminación. A partir de aquí, los rituales de magia sexual se extendieron desde Oriente Medio a China.
Fue en el siglo XIX cuando el famoso ocultista británico Aleister Crowley consideró el sexo como el poder mágico supremo.
La magia sexual no es más que una forma de manifestación mágica en la que se emplean el orgasmo y/o el sexo para conseguir una intención en particular. Una manera de utilizar la energía sexual para obtener una serie de resultados reales ya que, como suelen decir los expertos, la energía sexual es solo energía.
Hay quienes aseguran que esta energía sexual que se produce es totalmente neutra. Sin embargo, la magia sexual que llega al orgasmo puede cambiar el mundo y la percepción de las cosas de muchas personas.
Las diversas formas de controlar la energía sexual
La magia sexual es un concepto ya enraizado desde tiempos antiguos. A lo largo del tiempo han ido surgiendo diversas formas de magia sexual, cada una de ellas con unas características y unas particularidades diferentes. Lo curioso del caso es que uno de los caracteres que es prácticamente común en todas estas formas es la complejidad.
Algunas de las formas más comunes y populares de la magia sexual son:
- Las artes tántricas, como el masaje tántrico
- La generación kundalini
- El poder de la serpiente sagrada interior
- El misticismo indio
- Las prácticas mágicas sexuales taoístas de Asia oriental
Todas estas formas hacen que la magia sexual sea una herramienta muy poderosa. Es por eso que los principales expertos abogan por un uso moderado de ella. Sobre todo porque su incidencia puede ser brutal, hasta el punto de emplearse de manera incorrecta sin que la intención haya sido esa precisamente.
Este uso incorrecto de la alquimia sexual viene motivado especialmente por el hecho de no ser fácil el poder controlar los sentimientos, las pasiones y los pensamientos durante el acto sexual. En ese momento, todo se desborda y se descontrola un poco, por lo que resulta difícil mantenerse centrado.
A pesar de su complejidad, cuando la intención de las personas tiene que ver con el amor, la confianza, el poder o la fuerza la magia sexual funcionará perfectamente.
La lujuria y la excitación en la magia sexual
Aquí es donde tiene su base la parte compleja de las formas de la magia sexual. Sin embargo, no por esto el descontrol ha de considerarse negativo. La lujuria que se produce en estos casos es una parte sana de la relación amorosa. Hasta el punto de que sin esa parte de lujuria y descontrol, la magia sexual no tendría el mismo significado.
La excitación sexual, por su parte, se emplea dentro de la magia sexual como un componente fundamental para generar poder. La energía que se produce es fuerte y su envío debe coincidir con el momento del orgasmo para que la magia sexual pueda llevarse plenamente a efecto.
Precisamente, la parte más difícil y compleja es aprender a controlar el centro de la energía. Para ello, nada mejor que trabajar la lujuria y la excitación bajo una idea muy común y establecida dentro del marco del control de la energía sexual: la persona con la que está cada uno es un Dios o una Diosa y ambos generan una situación que se conoce como el Gran Rito.
El Gran Rito lo que hace, en esencia, es recrear el momento en el que se inició toda creación. Es aquí donde se concentra todo el poder de la magia sexual y es el momento en el que hay que estar más centrados. Si la pasión, la lujuria y la excitación de este momento se lleva a cabo de forma idónea, la energía que se genera puede contribuir y beneficiar en mucho.
¿Con quién desarrollar la magia sexual?
Uno de los grandes principios de la magia sexual es que debe ser practicada con el consentimiento o el conocimiento de la pareja. No obstante, si la pareja no está dispuesta a participar, la magia sexual se puede trabajar en solitario. Una manera de centrarse y profundizar en los poderes mágicos de cada uno.
La pareja que se elija para trabajar la magia del sexo puede ser una persona con la que se tenga una relación afectiva de hace mucho tiempo o alguna otra persona interesada en el tema. Sin embargo, la magia sexual entre personas que no se conocen mucho no generará una energía tan potente, ya que debe haber al menos una pequeña simbiosis entre las dos personas y sus respectivas energías.
Independientemente de la persona elegida, la clave de la magia sexual será tratar de mantenerse centrado en el objetivo establecido durante la excitación y la estimulación erótica. Es en estas situaciones, que se producen fundamentalmente en los momentos previos, cuando comienza a generarse la energía mágica que será enviada durante el orgasmo.
Otro de los aspectos claves cuando se practica la magia sexual con una pareja es la comunicación. La posibilidad de trabajar juntos con alguien en quien se confía es realmente muy emocionante. Un tipo de comunicación que puede basarse en dos supuestos fundamentales:
- Tanto uno como otro miembro de la pareja trabajan juntos en la magia sexual
- Ocultar completamente a la pareja que se está practicando el manejo de la energía sexual durante el acto
¿Por qué estos dos supuestos? Pues por la sencilla razón de que si la otra persona lo sabe, debe estar totalmente centrada. De lo contrario, se puede ir al traste todo el flujo de energía sexual.
Lo más importante en la magia sexual, en definitiva, es encontrar lo que más se ajuste a cada uno. Pero siempre y cuando teniendo en cuenta que la energía que se aprovecha es la energía que se libera durante el orgasmo. Por tanto, lo ideal es tener un objetivo y una intención claros con respecto a lo que se desea.